Bueno lector@s fieles de este querido blog he vuelto. Ayyy que bien va eso de desconectar unos dias de la rutina y... sobre todo he podido dormir con el fresco jejejje sisisisi ese que siempre aparece cuando menos te lo esperas y zassss te hace agarrar un resfriaos de los gordos pero... aqui estoy again.
Que ilusión me hace ver que habéis contestado la enquesta que os propuse... os doy mil gracias y os quiero mogollón. Ayyyy mis recuerdos de la infancia... pues sí tengo varios. Y si no os aburro me gustaría compartir con vosotr@s más de uno. No, no tranquilos que no seran todos de golpe prometo no agobiar... pero es que el de hoy, como os diría yo, es especial. La vuelta de mi viaje la hice en tren. Uno de esos trenes con asientos incomodos, duros, de plastico y semimoqueta apolillada tan indeseables que hacen despertar en ti tu sensibilidad al lumbago. Sí, sí ese dolor que te atraviesa la zona alta de la nalga con un pinchazo desgarrador que te deja en posición de genoflexión y mano en la cintura en plan enebra bellezón que me ayudarás a bajar la maleta que no puedo. Pues bien, para enderezarme y espantar tan peculiar dolor me levanté y mientras que desplegaba las piernas me dirigí al WC para vaciar mi bufeta. Al entrar me acordé de las recomendaciones de mi madre cuando en mi niñez iba al lavabo y siempre me decía: "sobretodo no te sientes y no toques nada". Siempre pensé que mi madre exageraba y acabé teniendo miedo de ir a solas al WC imaginandome que si realmente me sentaba saldría algun mostruo que se alimentara de cacas o que mi culito se engancharía a la taza (termino que jamás entendí) o que me caería dentro y cuando alguien tirara de la cadena... no sigo que me emociono. La verdad es que las madres siempren dan consejos y creemos que son pesadas pero mami un dia de estos te voy a llamar para decirte que unos años después tras ver el WC del tren entendí porque no debía sentarme.
La foto no es mia la cogí prestada de internet mientras buscaba webs con baños de diseño para futuras obras y no me pude resistir pero creo que refleja muy bien el penamiento de un niño con miedo a ir al baño.
Ahh os he cambiado el video de abajo... a BAILAR!
Que ilusión me hace ver que habéis contestado la enquesta que os propuse... os doy mil gracias y os quiero mogollón. Ayyyy mis recuerdos de la infancia... pues sí tengo varios. Y si no os aburro me gustaría compartir con vosotr@s más de uno. No, no tranquilos que no seran todos de golpe prometo no agobiar... pero es que el de hoy, como os diría yo, es especial. La vuelta de mi viaje la hice en tren. Uno de esos trenes con asientos incomodos, duros, de plastico y semimoqueta apolillada tan indeseables que hacen despertar en ti tu sensibilidad al lumbago. Sí, sí ese dolor que te atraviesa la zona alta de la nalga con un pinchazo desgarrador que te deja en posición de genoflexión y mano en la cintura en plan enebra bellezón que me ayudarás a bajar la maleta que no puedo. Pues bien, para enderezarme y espantar tan peculiar dolor me levanté y mientras que desplegaba las piernas me dirigí al WC para vaciar mi bufeta. Al entrar me acordé de las recomendaciones de mi madre cuando en mi niñez iba al lavabo y siempre me decía: "sobretodo no te sientes y no toques nada". Siempre pensé que mi madre exageraba y acabé teniendo miedo de ir a solas al WC imaginandome que si realmente me sentaba saldría algun mostruo que se alimentara de cacas o que mi culito se engancharía a la taza (termino que jamás entendí) o que me caería dentro y cuando alguien tirara de la cadena... no sigo que me emociono. La verdad es que las madres siempren dan consejos y creemos que son pesadas pero mami un dia de estos te voy a llamar para decirte que unos años después tras ver el WC del tren entendí porque no debía sentarme.
La foto no es mia la cogí prestada de internet mientras buscaba webs con baños de diseño para futuras obras y no me pude resistir pero creo que refleja muy bien el penamiento de un niño con miedo a ir al baño.
Ahh os he cambiado el video de abajo... a BAILAR!
2 comentarios:
Buenos dia s querida Canicula! nada más llegar a mi work diario me he metido en tu blog porque despues ya no me dará tiempo.Que bonito recuerdo de niñez nos has contado ya que yo cuando tenia unos cuantos muchos años menos, los visitaba todos. Según mi queridísima madre en vez de hacer la típica excursión dominguera nosotras haciamos recorrido típico por todos los lavabos del lugar (cosa que a mi madre la pobre, le daba un asco que te c.... todo sea dicho, pero por un hijo....) Y como que visite tantos ahora cuando salgo no visito ni uno si puedo escarparme de eso, de allí que ahora tenga esta capacidad de retención vejiguera.Ahora ya lo sabeís.
el mio siempre lo encuentras bien limpito ehhh como a ti te gusta ay quien te cuida mas que yo?
que te he echado de menos
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