El viernes pasado estuve en el Concierto (y lo digo y lo pongo en mayúsculas porque realmente así lo fue) de Amaral en el Palau Sant Jordi. Entrega, pasíon, acústicos, piano, humildad, sencillez, plenitud, fascinación y humanidad fueron unas de las muchas sensaciones que se transmitian de los poros y de la voz aterciopelada de Eva Amaral y el gran equipo con el que trabaja.
Pero uno de los comentarios que más oí antes de que empezaran a sonar los primeros acordes fue el de: "Tu qué ves un Gato Negro o un Dragón Rojo?"
Yo en un primer momento veo un gato pero cuando me sigo fijando acabo viendo un dragón, pero creo que se trata de un efecto óptico e incluso hay personas que son capaces de percibir las dos imagenes a la vez.
Hoy he asistido a una reunión de escalera en la que el presidente ha dado una explicación satisfactoria a los oidos de unos vecinos mayores, que suelen quejarse de todo y con los que no quiere tener problemas. Más tarde unos vecinos menos radicales le hemos hecho llegar nuestro desagrado ante la formar de llevar la reunión y nos ha querido dar la razón como si no se acordara de lo que había dicho antes.
Y yo sigo con mis preguntas: "Tu qué ves un Gato Negro o un Dragón Rojo?"
2 comentarios:
Llámame prosaico, pero yo veo un gato negro y un dragón rojo haciendo el 69... :-)
Pues yo veo los dos animales a la vez, el gato negro i el dragón rojo invertido (en el buen sentido de la palabra).
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